No sé si queda muy bien decir que disfruto leyendo mis propios libros... pero es una realidad. Le iba a regalar un ejemplar a mi padre y hacía años que lo tenía olvidado, así que me puse a leerlo. Aparte de servirme para localizar algunas erratas (que parece que se reproducen cuando no estás mirando) y corregirlas, también me ha servido para darme cuenta de que... ¡coño, no escribo nada mal! No es que no lo sepa ya a estas alturas, pero siempre está bien sentarte como si fueras un lector más, olvidar quién es el autor, y sumergirte en la aventura para ver si de verdad es un libro con gancho... y vaya si lo es.
A veces me sorprendo de mí misma, más cuando recuerdo que lo empecé a escribir con trece añitos... ni más ni menos. Un largo tiempo después, no voy a decir cuánto, estoy escribiendo una segunda parte... de hecho, llevo años escribiéndola. Esta era otra razón para volver a leerme el libro, a ver si me inspiraba para seguir con la historia. Y sí, tengo que continuarla... otra cosa es que acabe muriéndome y aún esté inacabada.
2 Comentarios
|
Archivos
Abril 2024
Categorías
Todo
|