El prisionero alzó la mirada hacia la silueta borrosa que había aparecido cerca de de la entrada. No le había oído llegar, lo que era complicado dado el infernal ruido que hacían los cerrojos oxidados cada vez que abrían la puerta. Probablemente había estado dormitando... aunque en las últimas largas y oscuras horas le hubiese sido imposible conciliar el sueño. Se incorporó con dificultad y gran dolor, apoyando su espalda contra la pared. El grillete de la muñeca izquierda se clavaba en las llagas, y la argolla del cuello le presionaba la garganta, además de pesar como mil demonios. Al moverse, las cadenas fueron arrastradas y el sonido retumbó en toda la celda. En la penumbra, solo alcanzaba a distinguir que la figura llevaba una capucha gris, y parecía observarle en silencio. Se preguntó quién podría ser. Hacía mucho tiempo que se había quedado solo.
—¿Vas a pasar? ¿O tienes miedo de mí? La figura se aproximó y descubrió su cabeza. La poca luz nocturna que entraba por el ventanuco le iluminó por un instante la cara. Su piel pálida contrastaba con su largo pelo moreno. El joven era delgado y tenía los dedos largos y frágiles como los de una muchacha, pero en sus ojos había una determinación que raramente había encontrado en miembros de su clan. —Quiero comprender —dijo. El prisionero le observó largamente desde su posición en el suelo. Su afirmación le pareció tan extraña como irrealizable. ¿Acaso tenía él algo que explicar? Su prudencia le hizo callar y esperar. Al ver que no decía nada, el extraño se le acercó un poco más y trató de escudriñar su rostro, hasta el punto de hacerle sentir incómodo. El prisionero hizo un movimiento brusco para evitar que se acercara más y se escondió de la luz. —¿Qué quieres de mí? El extraño se había detenido frente a él, a menos de un paso de distancia. De manera completamente silenciosa se agachó y se puso a su altura. Parecía un monje apiadándose de él. Piedad no era lo que más había necesitado. Pero eso ya no importaba. —Mi nombre es Haldor —dijo el extraño—. Sé... sé que este es un mal momento para vos, y no quiero hurgar en vuestras heridas. Pero me gustaría haceros unas preguntas. No tardaré en irme. He oído vuestra historia... Hay cosas que no entiendo. ¿Por qué os entregasteis? Si sois inocente, ¿por qué rendiros tan fácilmente, cuando ya estabais en plena huida? ¿Por qué no seguisteis luchando? —¿Insinúas que me rendí? ¿Eso crees? ¿No se rinde alguien cuando hay algo que quiere conservar? Tus tierras, tu familia, tu vida... —el prisionero sacudió la cabeza—. A mí ya no me queda nada de eso. En la mente de Haldor aparecieron dos tumbas cubiertas de tierra, una al lado de la otra, una más pequeña que la otra. Cuchillos en la nieve, una mujer llorando, el cuerpo de un niño muy pequeño cayendo inerte al suelo, con un profundo corte en el cuello. Era difícil aislarse del dolor. —Aún conserváis la vida. —Por poco tiempo.
0 Comentarios
Ayer mismo puse la última palabra en el relato que he escrito para presentarme al concurso literario que mencioné en mi última entrada. La verdad es que estoy sorprendida de lo fácil que ha salido de mis dedos (o mi cerebro). Supongo que es porque ya estoy muy acostumbrada a hablar de la muerte y de lo que nos espera en el más allá, como en otro de mis grandes relatos, aún inacabados, del que podéis disfrutar en mi otro blog literario. El relato en cuestión se llama El Ángel de la Muerte, y estoy pensando publicar los dos juntos en formato electrónico, en caso de que no gane el concurso. Aunque otra posibilidad es comenzar una novela a partir de ese relato inédito, del que no puedo desvelar aún nada, porque estoy orgullosa de él y me encantaría seguir trabajando en esa historia para crear una nueva space opera digna de una autora de ciencia ficción como yo. ¡Así que cruzaré los dedos! Ahora espero estar un poco más por aquí y hablaros de los personajes de mis otras novelas, que la verdad es que tienen mucho de mí, igual que me ha pasado con este relato que acabo de terminar. Es algo que no puedo evitar. Siempre pongo mucho de mí misma en cada de uno de mis personajes, y no sé si eso es bueno o malo. Sabré el resultado del concurso en Diciembre, así que, ¡permaneced atentos! |
Archivos
Abril 2024
Categorías
Todo
|