Ya empieza a haber signos del triunfo de la resistencia por todas partes. El virus de la estupidez humana ilimitada sigue haciendo estragos entre la población, pero es evidente que el trabajo bien hecho está dando sus frutos y cada vez hay más miembros que saben de su existencia y se unen para luchar contra él. ¿Por qué si no justo ahora nace el Partido Vegano? ¿Por qué si no, justo ahora, me encuentro esta mañana con esta estupenda fotografía en mi correo personal? El grupo de rock progresivo IQ (sí, justamente del alemán Intelligenzquotient, coeficiente de inteligencia) anuncia su gira, llamada Resistance, para el otoño de este año. ¿Es un mensaje del universo? ¿Es una clave lanzada de grupos resistentes a otros grupos resistentes? ¿Está mi mensaje traspasando las fronteras? Hay esperanza, amigos. Hay luz al final del túnel. Podemos sucumbir a la estupidez o podemos utilizar nuestra inteligencia para construir un mundo mejor, en el que el miedo sea solo un recuerdo del pasado, en el que jamás nos volveremos a dejar manipular por nuestros gobiernos, mediante medidas no basadas en verdadera ciencia ni en el sentido común. Un mundo en el que, por fortuna, no exista reggeaton ni nada que se le parezca, sino solo y únicamente música de la buena, como la que hacen los de IQ.
Todavía hay mucho trabajo por hacer. La gente que ha vuelto hoy a los parques con sus niños piensa aún que un enemigo invisible los acecha, y que lo que están haciendo puede suponer un riesgo: un segundo brote resurgirá en los meses venideros y encima serán ellos los culpables, como si eso fuera posible cuando el verdadero virus no es el Covid-19 sino el BHS-V. No se dan cuenta de que es otra maniobra de los que manejan los hilos del poder, ahora convertidos en tiernos salvaguardas y protectores de su salud. Esos no pertenecen aún al movimiento de la Resistencia. Los resistentes sabemos que ahora tenemos que reconstruir nuestras vidas, sí, y no volver a quedarnos dormidos en los laureles mientras nos la meten doblada y nos arrebatan nuestra libertad. El BHS-V actúa mucho mejor en estados de somnolencia, sonambulismo y zombificación, el último de los cuales tiene lugar si ves mucho la televisión o te crees todas las noticias de los grandes medios de comunicación, de ahí la importancia que tiene el punto 1. Por si alguien no se acuerda, el punto 1 consiste en apagar, o, en su defecto, tirar a la basura, todos los instrumentos electrónicos transmisores de noticias oficiales. Sí, el punto 1 ha tenido que ser ampliado debido a la existencia de internet. Mientras ordeno en mi cabeza las razones por las que no veo viable un test de detección del BHS-V, para desenmascarar a esta organización pseudorresistente que me mantiene secuestrada aunque ellos digan que soy su invitada especial, me despido de momento de este diario de la resistencia. Las semillas están plantadas. Ahora que cada uno se ocupe de regarlas para que florezcan, si es que no quiere acabar convertido en un esclavo del sistema, un repetidor de bulos o una marioneta sin voz ni voto en la obra de teatro que le ha tocado representar. Solo el tiempo dirá si el virus de la estupidez humana ilimitada perderá o no su capacidad de producir enfermedad. El futuro es vegano y resistente... si tú quieres.
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